9 mitos sobre la depresión que no deberías creer

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El 10 de octubre se ha celebrado el Día Mundial de la Salud Mental, este año con el lema “Salud Mental para todos”. Tú, como nosotros, sabes que no hay salud sin salud mental. Tanto es así que las enfermedades mentales como la depresión están entre las principales causas de mala salud y discapacidad en el mundo.

Desde RethinkDepression queremos aportar nuestro granito de arena a esta cita anual tan especial, que pretende concienciar sobre la importancia de la Salud Mental y la necesidad de que sea accesible para todos. Y lo hacemos abordando, con la colaboración del psiquiatra Luis Gutiérrez Rojas, del Hospital Clínico San Cecilio de Granda, los principales mitos todavía existentes en torno a la depresión, que contribuyen a banalizar y estigmatizar la enfermedad, dificultando así, en muchos casos, la búsqueda de ayuda profesional. ¡Descúbrelos y plántales cara!

Falsos Mitos o Creencias sobre la Depresión 

1. Depresión es sinónimo de tristeza

Tristeza y depresión no deben confundirse ni entenderse como sinónimos. La tristeza es un sentimiento, una emoción normal que forma parte de nuestras vidas. Todos, en algún momento, vamos a experimentarla y no por ello vamos a tener una depresión.

La depresión es una enfermedad que interfiere de forma significativa en la vida de quien la padece. Aunque la tristeza puede ser un signo característico de la depresión también “hay depresiones sin tristeza en las que predominan otros síntomas como la apatía y la desgana”, tal y como explica el Dr. Gutiérrez Rojas. En su opinión, “es importante tenerlo en cuenta para que esos casos se puedan diagnosticar adecuadamente”, ya que algunas personas experimentan tristeza y otras no.

2. Depresión, la reacción emocional negativa ante situaciones vitales adversas

Al igual que la tristeza, la preocupación y el abatimiento pueden invadirnos al enfrentarnos a diversas situaciones. Según el psiquiatra Gutiérrez Rojas, “ante un factor estresante externo como puede ser una ruptura amorosa, la pérdida del trabajo o un problema económico, lo normal es reaccionar de esa forma”. Y no, no estamos hablando de depresión.

Sin embargo, en algunos casos, las circunstancias externas como el estrés pueden influir en la aparición de la depresión, mientras que en otras ocasiones la enfermedad puede aparecer sin ningún desencadenante claro. Para diferenciar cuándo podemos estar ante una depresión es fundamental “tener en cuenta la duración e intensidad de los síntomas (4 o más). Si alguien lleva más de 15 días con síntomas depresivos intensos que interfieren, además, a nivel social, familiar y laboral, dificultando o impidiendo llevar una vida normal, entonces es posible que se trate de una depresión y debe buscar atención médica”.

3. La depresión es un trastorno del ánimo

La depresión no es solo un trastorno del ánimo, sino una enfermedad con muchas caras en la que existen síntomas afectivos (tristeza, ansiedad, irritabilidad, bajo estado de ánimo, desesperanza…), cognitivos (dificultades de atención, concentración, memoria y planificación) y somáticos (fatiga, cambios en el apetito y peso, alteraciones del sueño, dolor de cabeza, problemas estomacales…). “A veces lo que predomina son síntomas somáticos inexplicables, que no tienen una causa orgánica, como los dolores de estómago, parestesias (sensación indolora de hormigueo o adormecimiento en las manos, piernas, pies, brazos, etc.), dolores de cabeza, dificultades respiratorias, taquicardias, que enmascaran la depresión”.

Alrededor del 60% de las depresiones se presentan con ansiedad asociada, y la ansiedad está muy relacionada con la sintomatología somática inexplicable.

Es importante conocer la amplia variedad de síntomas que pueden darse en una depresión, más allá de la apatía y la tristeza. Si bien estos son los principales síntomas que los españoles asocian con la enfermedad, tal y como refleja el Estudio Lundbeck “¿Qué saben los españoles de la depresión?, síntomas como la dificultad de atención, concentración, planificación y memoria deben dejar de ser los grandes desconocidos de la depresión por su importancia para alcanzar la completa recuperación de la enfermedad.

4. La depresión es fruto de tu debilidad personal, fragilidad de carácter o falta de voluntad

En palabras del Dr. Gutiérrez Rojas, “achacar la depresión al carácter débil o a la falta de voluntad es un gran mito”. Una falsa creencia o bulo muy generalizado en nuestra sociedad que convierte a quien tiene la enfermedad en “culpable” o responsable de padecerla. Así, según el Estudio Lundbeck que ya hemos mencionado, hasta el 60% de la población española asocia la depresión con una personalidad inestable y el 49% con un carácter débil. Nada más lejos de la realidad, ya que la depresión es una enfermedad en cuyo origen intervienen factores biológicos y ambientales.

“Las personas con depresión no pueden poner de su parte no porque no quieran, como mucha gente cree, sino porque la enfermedad se lo impide. Y esta situación genera más ansiedad en el paciente. Esa imposibilidad está derivada de la propia enfermedad”, explica este especialista.

5. La depresión se puede fingir

Lo creas o no, así piensa la mitad de los españoles. Menospreciada y banalizada como auténtica enfermedad en muchos casos, el término “depresión” se utiliza de forma cotidiana y se utiliza tanto para expresar la enfermedad mental grave y discapacitante que es la depresión como para las reacciones emocionales negativas y cotidianas de la vida diaria, que se han llegado a “psiquiatrizar” en muchos casos.

La depresión genera un gran sufrimiento. El mito sobre la generalización de las “bajas por depresión” debe desterrarse. Para Luis Gutiérrez Rojas, “tanto los médicos de atención primaria como los especialistas de psiquiatría son profesionales que atienden a criterios objetivos para el diagnóstico de la depresión y la tramitación de la baja en caso necesario”.

Además, “banalizar la enfermedad supone que mucha gente no reciba tratamiento, lo que multiplica el riesgo de consecuencias fatales, la peor, el suicidio. El principal factor de riesgo de suicidio es la depresión. Y el suicidio es una realidad en nuestra sociedad, produciéndose 10 suicidios al día, 3.500 al año en España”.

No hay que olvidar que la depresión es el trastorno mental más frecuente en España. Si una de cada cuatro personas sufrirá un problema de salud mental a lo largo de su vida en los países occidentales -con la depresión a la cabeza-, esto significa que el 25% de la población va a necesitar ayuda.

6. La depresión es para toda la vida

Otra fake news o falso mito es este porque la depresión, bien diagnosticada y tratada, se puede curar. Para ello es necesario contar con un tratamiento individualizado, integral y basado en la evidencia científica, con la implicación activa del propio paciente en la toma de decisiones sobre su enfermedad.

“Muchas personas con un episodio depresivo se recuperan, dejan el tratamiento y no vuelven a recaer. Quienes empezaron a una edad muy temprana y tienen muchos antecedentes familiares quizá tengan depresiones de repetición, pero con el adecuado seguimiento y tratamiento lo que conseguimos es que la enfermedad se convierta en un proceso crónico, que requerirá de tratamiento, pero evitamos o atenuamos así las recaídas”, afirma el Dr. Gutiérrez Rojas.

7. La depresión no requiere tratamiento ni atención médica

No hay dos depresiones iguales y el profesional médico tendrá que evaluar la situación en cada caso para establecer la gravedad. Pero la depresión necesita de atención médica y, en la mayoría de los casos, de tratamiento, basado en la psicoeducación, psicoterapia y tratamiento farmacológico.

“Actualmente se dan dos situaciones aparentemente contradictorias”, manifiesta Luis G. Rojas. “Por un lado, se trata farmacológicamente el malestar generalizado provocado por situaciones vitales, cuando no es necesario y, por otro, muchos casos de depresión grave no están tratados cuando el tratamiento es imprescindible”.

El reto, como apunta este profesional, es diagnosticar bien la depresión e individualizar el tratamiento necesario sin “medicalizar” las situaciones normales de la vida.

8. La depresión es un estado normal en la tercera edad

Todos, en cualquier momento, podemos tener un cuadro depresivo, pero las personas mayores tienen más probabilidad de desarrollar depresión. Teniendo en cuenta que la esperanza de vida va en aumento, por una mera cuestión estadística los casos de depresión aumentarán en ese grupo de población. “Muchas veces los ancianos no reciben la atención necesaria para su depresión, no cuentan con un diagnóstico ni con un tratamiento al respecto como si las otras enfermedades físicas que padecieran justificaran que estuvieran sumidos en una depresión. Esa falta de tratamiento es bastante estigmatizador”. Recuerda que tercera edad y depresión tampoco son sinónimos.

9. La depresión es una enfermedad propia de los países occidentales y de nuestra época

La depresión es una realidad en todo el mundo, en todas las culturas y países, si bien es cierto que en los países desarrollados el diagnóstico de la enfermedad y su adecuado tratamiento es superior al de países en vías de desarrollo. Lo que puede variar es la manifestación de la enfermedad por motivos culturales.

“Por ejemplo, en los países latinos como el nuestro hay una mayor expresión emocional, es más típico expresar el malestar que se siente, mientras que en los países asiáticos está mal visto expresar la emoción y es más probable que la enfermedad se manifieste por aislamiento, mutismo e introversión”, aclara el psiquiatra del Hospital Clínico San Cecilio de Granada y también Profesor en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Granada.

La depresión tampoco es propia de nuestra época, otra cosa es que ahora tenga más visibilidad y el objetivo esté puesto en mejorar la calidad de vida de las personas, poniendo el foco en campañas de prevención y concienciación.

Esperamos que esta información te pueda ayudar a comprender un poco mejor la depresión y a identificar los principales mitos, falsas creencias o bulos en torno a la enfermedad para poder combatirlos. ¡Salud Mental para todos!

Fuente: www.rethinkdepression.es

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