El especialista, que cerró el curso de Psiquiatría en la Vida Cotidiana con la charla ‘El valor curativo de la palabra’, afirma que “el gran defecto de los médicos es caer en la verborrea o en el mutismo”
Luis Gutiérrez Rojas, psiquiatra del Hospital Clínico de Granada, fue el encargado de cerrar las conferencias del VIII Curso de Psiquiatría en la Vida Cotidiana, organizado en Molina de Segura por UNIMAR en colaboración con la Fundación de Estudios Médicos (FEM) de la localidad. Gutiérrez Rojas ofreció la charla ‘El valor curativo de la palabra’, en la que combinó el humor con elementos más filosóficos y profundos para hablar sobre la verdad, la psiquiatría y el lenguaje.
¿Qué es la verdad?, se preguntó Gutiérrez Rojas, para afirmar luego que “uno de los síntomas de la enfermedad mental es que el discurso que tiene el paciente se diferencia mucho de la verdad. Todos tenemos una versión de nosotros mismos distorsionada”.
El psiquiatra indicó que “la verdad genera rechazo en el paciente y le molesta”, sobre todo cuando se le dicen frases del tipo “fumas mucho”, por lo que considera que “lo fundamental es hacerle preguntas reflexivas, como ‘¿qué cree usted que le pasa?’. Así hilvanamos un discurso maduro y terapéutico”.
Gutiérrez Rojas señaló que las personas creamos una realidad con las palabras, como cuando el paciente repite constantemente afirmaciones del tipo “mi vida es un desastre” o “nunca me ha querido nadie”. “Son cosas que no son verdad pero te las crees a base de repetirlas. Por eso hay que crear una verdad terapéutica, lógica y madura, con el fin de aceptar la realidad”, añadió. Todo esto explica la dificultad para hacer una historia clínica, continuó Gutiérrez Rojas, que insistió en que “los pacientes tienen que conocer y comprender lo que les sucede”.
“Los pacientes siempre mienten diciendo la verdad. Cuanto mayor sea la convicción de un paciente (fanatismo e intolerancia), mayor es su grado de enfermedad”, dijo el psiquiatra, y añadió que “uno de los mayores síntomas de salud mental es que puedan hablar con nosotros y decirnos las cosas (…) Hay gente que tiene la sensación y convicción de que le atacan y le machacan, y eso crea mucho sufrimiento”.
Gutiérrez Rojas sostiene que “cambiar de opinión es un signo de madurez y es muy sano. Hay que escuchar al que piensa distinto, pues el otro también tiene una gran posesión de verdades. Si no lo hacemos, no hay comunicación posible. Los médicos a veces imponemos la verdad, y eso humilla a la persona y no sirve para la terapia”. Y remarcó que “cuanto mayor es el desconocimiento de la gente más fácil es manipularla. Hay que aprender, discutir y reflexionar. Aceptar la verdad es difícil, pero hay que hacerlo”.
En cuanto al autoconocimiento, afirmó que las personas solemos ser malos jueces de nosotros mismos y para conseguir que el paciente tenga conciencia de su enfermedad “hay que explicarle muy bien el diagnóstico”, sobre todo teniendo en cuenta que sus mecanismos de defensa son la negación, la proyección (poner en los demás sus defectos) y la formación reactiva (mentir). “Lo sano es aceptar las cosas y enfrentarnos a ellas de una manera adecuada. No hay peor mentira que la media verdad”, dijo Gutiérrez Rojas.
El psiquiatra añadió que “el arte de la medicina es conseguir que el paciente tenga un discurso lo más cercano a la realidad”.
Centrándose ya en el poder de la palabra, Gutiérrez Rojas aseguró que “es muy complicado hablar con alguien que no puede hablar. Si yo tengo pocas palabras, el tipo de pensamientos son muy limitados. Cuanto más rico es mi lenguaje, mayor es mi capacidad para el pensamiento. No ser capaz de explicar con palabras lo que le pasa es una característica del hombre moderno”.
“Al hablar –prosiguió- tenemos conciencia de nosotros mismos. Por eso el habla es lo que más nos diferencia de los animales. (…) Con Internet la gente está perdiendo la capacidad de escribir”.
Gutiérrez Rojas citó el ensayo de su abuelo ‘Locura y lenguaje’, en el que analiza el lenguaje de personas con esquizofrenia. “Estas personas utilizan un lenguaje incomprensible, pero para ellos tiene sentido. La curación sería que pudieran explicar bien lo que les pasa (…) El psicótico necesita que las cosas tengan un sentido y eso hace que sufran mucho. Tienen una tendencia a ver cosas donde no las hay”.
¿Cómo hacemos la verdad con palabras? El psiquiatra dijo que “lo terapéutico es ir desmontando las mentiras y eso sólo se puede hacer con palabras. Por eso apostó por emplear “palabras sanas que sean curativas. En la curación por la palabra hay que saber seducir a la gente con la verdad, y eso es atractivo”.
Para ello, Gutiérrez Rojas considera que hay que ser “capaces de potenciar el placebo”. Es decir, “potenciar y generar la esperanza. Eso es potenciar el placebo y así vamos a conseguir que el paciente mejore y se ponga bien. Hay que poner metas a corto plazo, pues así mejoran muchísimo, y hacerles ver la evolución positiva”.
Y para potenciar ese efecto placebo, el psiquiatra aboga por saber recetar bien, anunciar los efectos positivos y avisar de los efectos secundarios, entre otras cosas.
Además, afirmó que “el gran defecto de los médicos es caer en la verborrea o en el mutismo. ¿Qué decimos a nuestros pacientes? No es bueno ir dando consejos, pero sí que los pacientes caigan en la cuenta de lo que les pasa”.
Fuente: www.lacronicadelpajarito.es