Luis Gutiérrez Rojas: «Una persona madura es la que te da las gracias cuando la criticas»

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El psiquiatra Luis Gutiérrez Rojas asegura que el inmaduro «antepone los deseos, los sentimientos o las apetencias frente a lo que es bueno y necesita hacer»

Este psiquiatra es conocido por sus charlas relacionadas con la educacion de los hijos. Ayer ofreció una a padres en Can Ventosa con el título ‘Educar en madurez’. Según él mismo relató, en esta conferencia trató de «ofrecer ciertas pautas sencillas y fáciles para que los padres consigan que sus hijos sean más maduros».

¿En qué consiste la charla?
Hablo de tres elementos. Cabeza, corazón y voluntad. Tener la cabeza bien amueblada, conocer nuestras virtudes y nuestros defectos. Por otro lado, tener mayor control de la afectividad. Creo que vivimos en un mundo demasiado afectivo, demasiado sentimental basado en el deseo, en lo que quiero, lo que no quiero, lo que me gusta, lo que no me gusta, así que tener mayor control sobre el sentimiento. Y luego el eje que vertebra eso es la voluntad. La capacidad que yo tengo de aplazar la recompensa. De enfrentarme a una meta y tratar de encontrarla.

¿Cómo definiría la madurez?
Una persona inmadura es aquella que antepone lo que siente frente a lo que cree que es correcto. Antepone los deseos, los sentimientos o las apetencias frente a las cosas que son buenas y necesita hacer. Por contra, en una persona que está más equilibrada, que es madura, que es estable no hay tanta dicotomía. Y cuando una persona está bien educada no le cuesta tanto hacer las cosas que están bien hechas, que son las correctas. Entre los inmaduros predominan los sentimientos de inferioridad, de culpa, la impulsividad o las dependencias emocionales.

¿Cuando habla de correcto se refiere a lo que nos conviene?
Sí. No me conviene comer esta comida, no me conviene beber tanto, o no ponerme a estudiar y estar tanto tiempo con la videoconsola? Yo creo que nuestros hijos hoy están sobreestimulados, con muchos estímulos que hacen que vivan en un mundo de continua diversión. No está mal divertirse, pero dónde está la cara b.

¿Un signo de inmadurez es la búsqueda constante de recompensas rápidas y fáciles?
Efectivamente. Por qué a la gente le cuesta tanto tener una relación de pareja a largo plazo, pues porque la gente enseguida quiere la novedad. Hay gente que está enamorada del hecho de enamorarse. ¿Cómo va a ser una persona virtuosa si lo que le planteas es un mundo de hiperestimulación en el que todo está bien? Y yo creo que ese es un poco el drama del hombre moderno.

¿La madurez es adquirida o aprendida?
Hay una parte genética. Pero hay una educativa y los padres podemos intervenir ahí. Entonces, como padres, ¿cómo podemos generar esas señales de madurez? Pues desde el principio, casi desde la cuna podemos ir dando pautas: aplazar la recompensa, diciendo que no, hacer que sean pacientes, quitarles estímulos?

Usted también hace referencia en sus charlas a la necesidad de que la gente se conozca a si misma.
Esa frase que dice: el que mejor se conoce es uno mismo. Yo creo que esa es una gran mentira. Casi podemos decir que el que peor se conoce es uno mismo. Desde dentro tenemos una visión muy subjetiva. Para conocernos necesitamos a los demás. Podemos conocernos bien estando mucho con la gente. En un buen colegio no es tan importante que tengan pizarras electrónicas o enseñen chino, como que le den a los chavales las herramientas para que sepan quiénes son y que se les da bien y mal. Como cuando nos decían qué tipo de profesiones se nos darían bien en función de nuestras capacidades. Esto, claro, va en contra de esta sociedad en la que se dice: Puedes conseguir todo lo que quieras. Eso es mentira. Si deseas algo mucho lo conseguirás, eso es mentira.

¿Es importante la autocrítica y reírse de uno mismo?
En esta sociedad no se acepta bien la crítica. Hoy día todo es mobbing, bullying o acoso. Estar en el mundo implica tener que soportar la crítica ajena. Una persona madura es la que cuando la criticas te da las gracias. Por cierto, no hay nadie que lo haga, pero es fundamental. Y además, sufres menos. Y el sentido del humor sirve para desdramatizar. Por muchos defectos que tengamos, todos son leves. Tenemos que ser capaces de que nuestros chavales desdramaticen las situaciones adversas. A veces los padres empeoramos esas situaciones. Y decimos cosas como: Esto no va a quedar así, mañana mismo hablo con la profesora y monto un pollo. Así hacemos que sean pusilánimes, débiles, totalmente hipersensibles. Una persona madura es una persona resiliente.

Fuente: www.diariodeibiza.es

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